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La reducción de pecho es la operación perfecta para todas aquellas mujeres que ven como el tamaño de sus senos supone un problema en su vida diaria. Pueden encontrar una solución efectiva con una intervención que, en la actualidad, es tremendamente segura, ofreciendo resultados naturales y predecibles. Hoy explicamos cómo es el antes y después de una reducción de pecho.
La reducción de pecho es una cirugía en la que se busca reducir el volumen de las mamas. A este procedimiento también se le conoce como mamoplastia de reducción y consigue mejorar la apariencia y la funcionalidad de los senos.
Las candidatas para hacerse una reducción de pechos son mujeres que tienen los senos grandes y pesados, lo cual puede generar molestias físicas y psicológicas. También se aplica este procedimiento cuando la paciente tiene senos asimétricos o si ha perdido peso y los senos son demasiado grandes para su nueva figura.
Tener los pechos excesivamente grandes puede ser un problema, no solo a nivel estético, sino también a nivel de salud. Ya que suele producir dolores crónicos en espalda y cuello, debido al peso que las mamas ejercen hacia abajo.
Esto hace que muchas mujeres tomen la decisión de operarse por encima de su complejo estético, puesto que les dificulta realizar sus tareas cotidianas y les supone un problema para actividades tan normales como hacer deporte o incluso encontrar sujetadores y ropa de su talla.
Además, muchas veces las pacientes piden esta cirugía en combinación con la abdominoplastia Madrid.
Cuando nos enfrentamos a una reducción de pecho, debemos saber que es una técnica de las más seguras y efectivas que existen dentro de la cirugía mamaria, y que rara vez presenta complicaciones durante la operación. Sin embargo, para que esto ocurra se necesita una gran pericia profesional y un diagnóstico honesto y certero.
Además de esto, es fundamental que el paciente siga una serie de recomendaciones preoperatorias para prepararse para la intervención. Solo de esta manera lograremos el mejor resultado y evitaremos riesgos y complicaciones de última hora que nos pueden llegar a jugar una mala pasada.
En una gran mayoría de situaciones, el excesivo tamaño del pecho viene acompañado de una gran cantidad de grasa acumulada en las mamas. Esto ocurre cuando se producen aumentos bruscos de peso, que luego, aunque lo reduzcamos, no siempre tienen el efecto deseado y mantienen esta grasa localizada, volviéndose de difícil eliminación.
Para evitar resultados no deseados, es importante que mantengamos un peso estable meses antes y meses después de la operación de reducción de pecho. Para esto hay pocos secretos, ya que simplemente tendremos que seguir una dieta equilibrada, rica en todo tipo de nutrientes y mantener cierto nivel de actividad física.
Puedes combinar la reducción de pecho con una mastopexia en Madrid.
Consumir ciertas sustancias de forma habitual como el alcohol y, especialmente, el tabaco, es bastante perjudicial para nuestra salud, como ya sabemos. En este caso, además de empeorar nuestra salud, el consumo de tabaco puede afectar a la coagulación de la sangre y aumentar el sangrado durante la intervención.
Nuestro consejo médico es disminuir siempre el tabaco lo máximo posible, si no eliminarlo por completo, al menos entre 2 y 4 semanas previas a la operación de reducción de pecho. No deberíamos volver a fumar hasta un mes después para garantizar el correcto proceso de cicatrización de las incisiones.
Aunque no son perjudiciales para la salud en dosis adecuadas, existen ciertos tipos de medicamentos que afectan de forma directa a la coagulación de la sangre y que favorecen el sangrado, lo cual aumenta el riesgo durante el procedimiento.
En la clínica te daremos una lista de medicamentos que puedes y que no puedes tomar para que no tengas ninguna duda antes de la intervención.
Existen dos técnicas principales mediante las cuales se realiza la reducción de senos. La primera es hacer una incisión alrededor de la areola y luego una vertical, hacia abajo.
Otra técnica es la incisión en forma de ancla que consiste en una incisión alrededor de la areola, otra en una línea vertical hacia abajo y una tercera horizontal en el surco submamario.
El tipo de incisión que se utiliza depende del tamaño y la forma de los senos de la paciente.
La mamoplastia de reducción se hace bajo anestesia general y suele durar entre dos y tres horas. El cirujano hace la incisión y, a través de esta, retira el exceso de tejido mamario, grasa y piel. En ocasiones se combina la reducción de pecho con la mastopexia.
Luego, reposiciona la areola y el pezón a una posición más alta y natural. Al finalizar la cirugía, se coloca el vendaje o el sostén quirúrgico que ayudará a mantener los senos en su lugar.
La paciente pasará la primera noche en la clínica y al día siguiente puede ir a su casa a continuar con el posoperatorio de reducción de pecho.
El posoperatorio tras una reducción de pecho no es un gran problema para la gran mayoría de pacientes, ya que garantiza una recuperación relativamente rápida y poco dolorosa. Si seguimos las recomendaciones dadas por nuestro cirujano mamario, no deberíamos recordar este proceso como algo traumático y sí como una experiencia bastante llevadera.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la movilidad que tendremos tras esta operación es inmediata. Esto quiere decir que podremos caminar y desplazarnos sin problema, pero tendremos que evitar en todo momento realizar esfuerzos físicos moderados y altos. Lo mejor es limitarse a tareas muy cotidianas y sencillas priorizando el reposo.
Tendremos que llevar durante las primeras semanas un sujetador especial que sujeta los senos y favorece la correcta cicatrización del tejido mamario. Este sujetador se llevará durante 24 horas, pudiendo retirarlo en ocasiones muy puntuales como sería el momento de asearse.
Un postoperatorio de reducción de pecho nos permite hacer una vida prácticamente normal a partir del segundo o tercer día tras la operación, solamente teniendo en cuenta los consejos dados por nuestro médico. Es la operación más llevadera de todas a nivel de dolor, dentro de las intervenciones de cirugía mamaria.
El dolor y la inflamación son normales durante los primeros días, pero estamos hablando de pequeñas molestias que se controlan fácilmente con analgésicos de uso común, como pueden ser el paracetamol y el nolotil.
Durante la recuperación es importante seguir las instrucciones del cirujano. Es posible que aparezcan moretones en la zona, para ello también se le darán las indicaciones pertinentes a la paciente.
Por otra parte, es importante cuidar las incisiones para tener una buena cicatrización. Para ello, evite fumar y consumir tabaco en general, y evita la luz solar sobre las cicatrices. Utiliza parches de silicona y geles de silicona para ayudar a la cicatrización.
Otras medidas como utilizar apósitos o masajear las cicatrices también ayudará a aliviar las molestias.
Los especialistas de Sculpture Clinic te harán las cirugías que necesites para sentirte mejor con tu cuerpo. Si necesitas una reducción de pecho, una labioplastia o cualquier otra, contáctanos.
Cuando nos sometemos a una reducción de pecho, debemos tener en cuenta que la inflamación producida durante más o menos la primera semana es un factor que hará que no podamos observar el resultado definitivo. Sin embargo, en cuanto esta inflamación remita, podremos ver claramente la reducción y disfrutar de una mejor movilidad y menos dolor.
Las cicatrices serán visibles al principio, aunque durante la operación se trata de realizar las incisiones de forma que queden disimuladas con el pliegue mamario. Nuestro compromiso como cirujanos es que la cicatriz resulte prácticamente imperceptible pasado un periodo que oscila entre los seis meses y un año.
Los resultados definitivos de la cirugía se verán entre tres y ocho meses después del procedimiento, y la recuperación puede durar hasta un año.
La mayoría de las pacientes queda satisfecha con los resultados y estos son definitivos. Es decir, el tamaño de los senos es permanente, aunque puede volver a crecer bajo ciertas circunstancias, como el aumento de peso. Por ello es importante tener una dieta saludable y hacer ejercicios.
La reducción de pecho es una cirugía bastante segura. Sin embargo, como en cualquier otro procedimiento, puede haber complicaciones.
Los riesgos de la cirugía de pecho incluyen hemorragia, infección, cicatrices, sensación de hormigueo o entumecimiento en los pezones, pérdida de sensibilidad en los pezones y lactancia alterada.
Como medida de prevención, asegúrate de elegir un cirujano plástico experimentado y certificado.
En Sculpture Clinic somos especialistas en todo tipo de intervenciones de cirugía mamaria, gracias a nuestro equipo de profesionales altamente cualificados. Realizaremos un estudio de tu caso para comprobar que la reducción de pecho sea la operación que más se adapta a tus deseos y expectativas.
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